En el corazón de un bosque de pinos, sobre un terreno de aproximadamente 90.000 m², se alza esta casa singular que ofrece una privacidad absoluta y una conexión íntima con la naturaleza.
Recientemente renovada con una reforma integral cuidada al detalle, destaca por sus líneas curvas y envolventes, que aportan calidez y confort. Su tamaño es perfecto, con tres habitaciones en suite, una de ellas con entrada independiente para invitados, salón-comedor con chimenea de pellets y cocina integrada, aseo de cortesía y un solárium donde la vista se pierde entre el cielo y el bosque.
La piscina, de proporciones elegantes, se integra en un exterior pensado para el descanso. El acceso, aunque inmerso en plena naturaleza, es cómodo y pintoresco, como un camino sacado de un cuento de hadas.
Con agua de pozo comunitario, electricidad de red, placas solares, sistema de ósmosis y cisterna para recogida de lluvia, esta finca combina belleza y sostenibilidad.